jueves, 18 de noviembre de 2010

El amor es un muñeco de voodoo en las peores manos

Colecciono todo tipo de cosas en mi vida!! Colecciono rezos en la oscuridad. una noche sin caricias es un carnaval de soledad y en esas noches me siento abandonado hasta por mi propia sombra, el amor es un muñeco vudú en forma de Cupido, mi corazón es una bomba de tiempo, mi ansiedad me recomienda el exilio, buscar mil formas de suicidio, el amor es un samborns adornado con globos de corazones rojos y flores con figuritas, el amor es el invento perfecto para vender tarjetitas cursis que digan “si quieres saber cuanto te quiero, cuenta las estrellas del cielo”, el amor es el precio de un disco en el Mix-Up. Amar es regalar un muñeco de peluche envuelto en celofán, el amor es un antro saturado el 14 de febrero. El amor es una chica que pierde su virginidad en las manos mas toscas, pensando que eso es el amor y al final, es el mismo llorar por alguien que no supo amar. En lugar de fomentar los abrazos, queremos comprar caricias y te quieros que nunca serán sinceros. Ya nos dice un poeta apocalíptico “los suspiros no son valorados en un cielo poblado de regalos caros” por eso es mejor no empeñar el corazón, ni dejarse llevar por besos falsos. El amor apendeja, te vuelve mas vulnerable y siempre estarás a merced de alguien que sepa manipularte. No quiero sonar pesimista, pero el engaño es él juego de moda y nadie quiere salir perdiendo!!!
Siempre que se habla del amor surge la pregunta mas trillada ¿Cuánto me amas?, las mujeres son tan elementales que siempre mueren por saber que piensas, que porcentaje de tu corazón es de ellas, se empeñan en contar los días, las horas, los minutos para el aniversario. Cuando se lo proponen son adorables. Pero también pueden ser tu calvario: llévame aquí, ven por mi, acompáñame a comprar ropa, ¿Qué te parecen estos zapatos?, ¿no te gusta esta blusa? Acaso no ser darán cuenta que tienes otras preocupaciones mas relevantes, como estudiar, salir con los amigos, hacerle la barba al jefe, amarrarte las agujetas, jugar al futbol, pelearte con el wey de la tortillería, levantarte temprano, ducharte todos los días, checar tus mensajes en el Hotmail, comer sanamente, emborracharte algún día de estos, trabajar como negro, imaginar el futuro, renegar del pasado y ¿por que no? Perder algo de tiempo…

Casi todas la mujeres sueñan “el día que nos casemos y tengamos hijos”, sin detenerse a pensar que tal vez seria mas emocionante titularse como diplomáticas, viajar a un exótico país de medio oriente y tener un amante de ojos como faros. O ¿tal vez? irse a otra ciudad, casarse con un cubano y bailar rumba hasta en la cama. Pero no! prefieren seguir los esquemas de las madres, tías, hermanas: engordar, amargarse por el marido borracho y desquitarse con los chamacos moquientos. No las culpo, son expertas en seguir patrones, en manipular a cambio de sexo, en tirarse en el suelo para que las levantes “es que ¿si en verdad me quisieras tanto? Ya me hubieras llevado a Acapulco”. En nombre del amor se cometen las peores estupideces, como echar a perder tu vida. Tan hermoso que es quererse sin condicionamientos, sin culpas y sin reclamos. Todo seria mas llevadero si en ves de chantajes emocionales, se disfrutaran como parejas, como personas que sienten, que tiemblan, que se entregan sin temor a que te pasen la factura. Solo los tontos como yo, confunden la pasión con los achaques del corazón. No, desde luego que eso no es nada romántico… pero es mejor invertir en una noche caricias como fuego, que regalar tarjetitas que dicen “te quiero” por eso creo firmemente que el amor es un muñeco de vudú en las peores manos…

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