Era invierno, hacia frió, y yo disfrutaba viajando en esta época del año.
Tras años de sacrificio y trabajo por fin decidi Vender mi empresa por varios millones y me anime a tomar un año sabático viajando por el mundo, mis hijos ya grandes y la separacion desde hacia largos años de mi esposa me dieron la pauta para segir con mi deseo. Comencé mi expedición, conociendo los pueblos más recónditos de México. Aun estaba visitando algunos pueblos del sur, cuando vi en la aproximación a una carretera que llevaba a la sierra, un hotel pintoresco en el cual Decidí hacer una parada allí, durante un día o dos y continuar posteriormente mi camino hacia el norte.
El hotel parecía tener varios siglos, estaba rodeado por grandes árboles, y la única forma de acceder al hotel, era por un camino de terracería. El cielo amenazaba con una tormenta, hacia fuerte viento y un frió que me calaba hasta los huesos. Sin pensar mas, Entre a la recepción, había para mi sorpresa bastante gente ahí. Gente que parecía de buena posición económica. Un grupo posaba para tomarse una foto junto a una gran puerta, ésta daba a un jardín. Era un edificio amplio, tenia grandes paredes, y muebles tan antiguos que quizá debían valer una fortuna. Me acerque a la recepcionista y le pedí una habitación. A lo cual llamó al botones, quien tomo mi equipaje y me acompaño a la habitación 216. Esta era una gran habitación. Las paredes eran de piedra y en medio de la sala había una chimenea. Las ventanas y las puertas eran bastante modernas, y tenía instalado aparatos de aire acondicionado y calefacción. El botones me indico donde quedaba cada habitación y se quedo parado junto al equipaje esperando su propina.
-Tenga-Dije -¿Sabe el motivo por el cual hay tanta gente en el hotel?
-No sabe señor? Hoy tenemos con nosotros a Rachel Weisz, señor.
-¿Quién ha dicho usted?
-Rachel Weisz, señor. Una estrella de Hollywood. ¿A caso no sabe de quien le hablo?
-Me temo que no -Le di otro incentivo y me volví para contemplar la habitación. El se fue dando las gracias.
Me di una ducha y me cambie de ropa. Quería explorar el hotel a fondo, disfrutar de la estancia allí, ya que no podría seguir hasta que terminase la tormenta. Salí de la habitación y me dirigí a los jardines de la parte de atrás del hotel. Aun soplaba bastante fuerte el viento y pronto se pondría peor. Pensaba en eso, cuando me percate, que una joven pareja, seguramente unos recién casados se dirigían corriendo hacia la puerta.
-¡Como nos quedemos aquí saldremos volando! - Me dijo el joven a carcajadas, Yo me reí con ellos.
Ya ahí, pude observar lo precioso del jardín, era verdad que estaba algo descuidado, pero aquello le daba cierto toque de belleza al lugar. Me detuve en el centro del jardín, junto a una fuente sin agua. Me percate que no era el único en el lugar, había alguien más allí. Una joven, con un vestido blanco, estaba sentada al fondo del jardín, en un banco de piedra que casi ocultaban unos arcos de arbustos.
Me acerque al lugar y le salude -¡Hola! ¿Señorita, se encuentra bien? -Ella no me volvió la mirada, quizá no me había escuchado bien. Me acerque un poco mas a donde estaba y me puse frente a ella.
-Señorita, ¿Se encuentra usted bien? -Levanto la cabeza lentamente, me miro con duda durante un momento sin decir nada. Titubeo un poco y me dijo:
-¿Quién es usted?
Su piel era pálida, su pelo castaño y sus ojos color miel. Tenía unos bellos labios, que carecían en parte de algo de color. Su figura era gentil y sus movimientos tan delicados que semejaba a los pétalos de una rosa mecidas por el viento. Era tan bella que me quede eclipsado por unos segundos. Al reaccionar le conteste:
-¡Oh!, perdón que mal educado soy, permítame presentarme, mi nombre es George Summers, soy escritor y acabo de desempacar, ¿Y con quien tengo el gusto…?
-Es un placer Sr. Summers, mi nombre es Isabella de Brigitte. Dijo con una amable sonrisa.
-¿Qué hace aquí pasando frió? – le pregunte
-Bueno, no es difícil de explicar. Mi marido esta allá adentro junto con unos amigos como puede ver, Y pues, sus modales con el paso de los años han ido disminuyendo hacia mi!, su tendencia a ciertas bebidas, ha aumentado considerablemente. Y yo vengo aquí tratando de huir de el.
-Lamento escuchar eso. ¿Si usted quiere? durante mi instancia aquí, puede considerarme su amigo, ¿si así lo desea prudente?.
-Gracias, es usted muy amable.
-¿Aceptaría mi invitación para tomar un café dentro señorita?
-Lo siento, pero no. Mi marido es terriblemente celoso y podría montar un escándalo. Sin embargo me gustaría verle en otra oportunidad Sr. Summers -Dicho esto volvió a bajar su mirada al pequeño huerto de flores que había junto a sus pies. Entendí que buscaba la soledad en aquel momento. Algo perfectamente comprensible después de lo que me había contado.
Entre al hotel y fui directo al restaurante pues moría de hambre, comí una comida bastante copiosa, y después fui a la sala de estar, que tenían para los clientes. Estuve charlando con algunos de los que ahí presentes, sobre temas de actualidad y lugares de interés. Me quede ahí, hasta que todos con los que habia charlado se habían ido, no es que el lugar estuviera solo, simplemente que se me habían acabado las ganas de seguir conociendo gente, así que al estar por fin un rato a solas, me senté en un sillón que había junto a la chimenea, fue precisamente en ese momento cuando apareció ella en el lugar. Su presencia capto la atención de toda la habitación. Es como si todo lo que había en la habitación, incluido yo, estuviéramos allí por ella.
-Hola George!!. -Hola Isabella, ¿quieres que te sirva algo?
-Toma una copa de coñac, te hará bien.- Al coger la copa note que sus manos estaban heladas, tuvo que haber estado fuera todo este tiempo y hasta este momento se había introducido al lugar.
-¿Te encuentras bien?
-Si, gracias.
-¿Qué hacías fuera, hasta esta hora?
-Como te he dicho, estoy intentado evitar a mi marido. Ha tomado demasiado y esta con sus amigos gritando y jugando a los dardos.
-Me pregunto ¿quien será tu marido?- Ella no dijo nada. Nos quedamos en silencio mirando el fuego. Yo estaba muy cansado, y empecé a dar pequeñas cabezas. Ella advirtió mi estado, y se quedo fijamente mirándome.
-George, deberías subir a tu cuarto y recostarte. Te estas durmiendo aquí.
-No importa, me quedare hasta que te vayas.
-Pues entonces nos sorprenderá la mañana, pues no tengo intención de volver a mi dormitorio, ¿me comprendes?.
-¿Vas a pasar aquí la noche?
-Si. -Me dijo nuevamente con una sonrisa.
-En ese caso, te deseo buenas noches y espero poder verte mañana, que descances.
-Gracias, igualmente George.
Me fui a mi dormitorio, medio me puse el pijama y caí desplomado sobre la cama. Me despertó un ruido en la ventana. Era el viendo y la lluvia. La tormenta ya había llegado a donde nos encontrábamos. Me acomode en la cama, y me dispuse para volver al sueño cuando creí ver la silueta de alguien sentado en el sillón que había enfrente de mi cama. Encendí la luz sobresaltado, y recupere el aliento cuando pude ver, que se trataba de Isabella.
-¿Qué haces aquí? ¿Me has dado un susto de muerte?
-Disculpa, no ha estado bien que entrara sin avisar, pero no te quería despertar. Le pedí al botones que me abriera la puerta. He vuelto a discutir con mi marido, y no sabia a donde ir.
-No te preocupes. Puedes pasar aquí la noche. Ahummm, ¿Estas bien?
-Si, algo cansada.
-Puedes dormir en mi cama. Yo dormiré en el sofá.
-No podría echarte de tu cama. Me conformo con que me hagas un hueco -Dijo con una fatigada sonrisa.
Lo pensé durante un momento. Pero dado que eran casi las cuatro de la mañana, accedí a su petición. Nos metimos los dos en la cama.
Brigitte mientras acariciaba mi cara con su mano.
-¿Todavía tienes frió?
-Si, no consigo entrar en calor.
-Acércate.
Juntó su cuerpo junto al mió, imagine que tuvo que haber vuelto a salir al jardín después de la discusión. La estreche entre mis brazos para que entrara en calor. Tiernamente puso su mejilla junto a la mía, quizá fue la soledad, realmente ¿no se que sucedió? Despacio fue acercando sus labios a los míos. Su aliento era tan dulce y su perfume tan embriagante! Que no pude resistir más la tentación de probar de ese néctar que se encontraba frente a mí y le bese con gran pasión. Ella se movía con delicadeza por entre mis brazos. De poco a poco percibí como ella iba perdiendo de su cuerpo aquel frío gélido, que hasta hace algunos instantes mantenía en su cuerpo, yo iba entrando en calor con cada uno de sus movimientos. Podía percibir entre mis labios, como permanecía en ella aun el aroma a jardín, el contacto con su piel era tan suave como la misma seda. mis manos se posaron en su cintura, mientras tanto, le besaba con más fervor a cada segundo, no quería desperdiciar ningún instante pensando en otra cosa que no fuera ella, así plena y entregada. Con mis manos nerviosas por la excitación, levante el pliegue de su vestido pausándolo a cada respiro, así, lentamente, al mismo tiempo que baje mis labios por su cuello, intentando extasiarme de tan delicioso manjar. En ese momento, pude oír como unos leves gemidos afloraron de su boca, ya mis manos inquietas le acariciaba sus muslos, y mis labios por fin habían llegado ahí, a sus delicados pechos.
Despacio subí su vestido hasta la cintura, mis dedos temblorosos se introdujeron cual ladrones del deseo en su ropa interior, la Venus que tenia en mis manos, guío su mano por mi entre pierna, hasta tocar aquel bulto que crecía dentro de mi pijama, así, con sus caricias me invito a desnudarme también. Le tome de la cintura para tener una mejor perspectiva del asunto, mientras me despojaba de mi ropa, y ella hacia lo mismo con la suya, ya desnudos, separe sus piernas y acerque mi pelvis para que sintiéramos el calor de nuestros cuerpos, no quise entrar en ella en ese momento! Quería saborear cada milímetro de su cuerpo, sin embargo frotaba despacio mis manos en ella, mientras seguía besándole los senos. Tome con delicadeza sus muslos, Mi pulso se acelero perdiendo por fin el control, sin detenerme un segundo más, puse mis labios sobre su clítoris. Le bese tan delicadamente como solo a una dama debe besarse. Después, con la punta de mi lengua, recorrí cada pliegue de su cuerpo de arriba hacia a bajo, en cada uno de estos, su jadeo iba en aumento, lubrique con saliva uno de mis dedos y lo introduje despacio, no quería romper el instante pletórico de pasión, de mas a menos lo iba sacando cada cierto tiempo y así poder seguir excitándola, de un dedo pasaron a dos. Un primer orgasmo tuvo lugar mientras le besabacon con delicadeza y empujaba mis dedos hasta el fondo de su entrepierna.
Me hizo rodar al sujetar sus manos sobre mis hombros para ponerme boca arriba, coloco sus piernas sobre mi cintura, y comenzó aquel ritual, esto es lago que jamás podré olvidar. Acarició mi mentón con su lengua y con pequeños besos fue bajando por mi cuello, algún suave mordisco escapo de su boca mientras me besaba. Tomo con sus dientes mi pezón derecho y con la punta de su lengua, sin soltarlo, fue lamiéndolo como si fuera una cereza. A eso, Deslizo su lengua por mi vientre, como si estuviese saboreando mi piel, una de sus delicadas manos, se poso en mi parte mas exitada y así delicadamente, pero con afán, fue moviéndose a un ritmo, que rozaba en la perfección. Sin dejar de hacerme sentir bien atraía me atraia sin cesar entre sus labios, besándome alrededor, girándo de vez en vez, con su mano, incitándome a seguir mas aun, por fin y apretando sus labios, fue introduciendome en su boca. Yo agarre con fuerza el cabecero de la cama, estaba a punto de terminar. Pero ella intuyéndolo, me saco y como si de una danza erótica se tratara, floto su ardiente entreperna en mi pelvis subiéndola hasta mi vientre. apoyándose con los brazos a sus espaldas, dejose reclinar un poco. me incorpore en ese momento e intente imitar su posición. Acerco su cuerpo al mió, facilitándome la entrada en su ya mojada danza podía ver como brillaba con la luz de las lámparas externas del hotel. sostuve con mi mano su cintura y la acomode para por fin entrar en ese húmedo lugar llamado deseo, la hice mia poco a poco, ella se movía adelante y atrás. Ella era éxtasis puro, pensé locamente que era la mujer de mis sueños, era la reencarnación de la pasión. La diosa del amor,
Cuando alcanzamos la máxima cúspide del clímax, se abalanzo hacia mí y comenzó a moverse cada vez más aprisa. Mi pene hervía dentro de ella. Su cuerpo temblaba junto al mió, y como si todo estuviera dispuesto, un mutuo orgasmo tuvo lugar. La mejor experiencia que un hombre puede tener, ocurrió en ese gran hotel en medio de la nada, envuelto por el sacramento de la noche, arrullado por los árboles que danzaban con la música de la tormenta.
Caímos rendidos entre la pureza de las sabanas blancas y tubo lugar la llegada de un segundo amante, ese sueño que al abrazarnos, nos acuno, perdiendo la conciencia de la vida terrenal, para adentrarnos en esa maravillosa vida ficticia, donde ocasionalmente sus maravillas, hacen gala de presencia en noches como esta.
Al amanecer, el cantar de las aves en mi ventana me avisaban de la llegada de una nueva mañana. El sol había salido, y todo tenía aquel brillo que deja la lluvia como regalo a su paso. Alargue mi brazo en busca de mi amante, pero tan solo sabanas y mantas fue lo que encontré en mi regazo. Tuvo que haber salido cuando aun dormía, pensé Seguramente, regreso al lado de su marido, y así intentar no levantar sospecha alguna de nuestro desliz .
Me levante, y me asome por el balcón, la vista de aquel nuevo resplandeciente día, me dio ánimos para continuar mi viaje. - ¿Querría Isabella venir conmigo?-pensé, Tenia que averiguarlo. Prepare mi equipaje y deje todo dispuesto para la marcha. Fui al jardín, a la sala de estar, recorrí todos los pasillos del hotel, pero no pude dar con ella. Seguramente había abandonado el hotel por la mañana. Fui a liquidar mi cuenta a la recepción y ahí pregunte por ella, pero nadie la había visto. Mientras el recepcionista se encargaba de pedirle mi auto al valet. Mientras terminaban con la tramitación de la cuenta, vi junto al mostrador a un hombre colgando una foto mas, en una pared que estaba repleta de ellas. Me acerque a el para contemplarlas, parecían fotos del hotel, así que le pregunte al hombre:
-¿De que son estas fotos, caballero?
-Son fotos que hacemos a las muchas celebridades que vienen a este hotel. Hacemos siempre una foto de ellas, junto con la gente del hotel en la puerta que da al jardín.
-¿Y de quién es esa foto?
-De Rachel Weisz, señor.
-Ah si, la actriz, por fin recordé que había salido hace años en la película de la momia con Brendan Freazer.
Seguí mirando las fotos que le seguían a esa, realmente habían pasado grandes celebridades por el hotel. Cada foto era aun más antigua que la anterior. Casi al final, las fotos parecían tomadas de principios de siglo. Mi atención quedo fijada en una foto amarillenta, de una joven dama Fue la cara de esa mujer, la que quedo grabada en mi mente. Hice una seña al hombre que colgaba la foto para que se acercara y me dijera ¿quien era ella?. Muy amablemente, se acerco y me dijo:
-Oh!, es la duquesa de Brigitte. Sin duda alguna la foto más valiosa del hotel. Por desgracia, también el suceso mas oscuro de este. -Le pregunte el ¿Por qué?- Durante su instancia aquí, su marido la asesino al creer que ella tenia un amante, y lo sorprendieron intentando enterrarla en el jardín de atrás.
Mi cara palideció, la habitación me daba vueltas. Mis piernas empezaron a temblar, y no pudiendo aguantar el peso de mi cuerpo, me precipite contra el suelo. La gente que había presente, se coloco a mi alrededor. Me preguntaban ¿como estaba? Que ¿que sucedía conmigo?, Mi vista se nublo, cada vez todo fue mas oscuro y con gran esfuerzo intentaba que mi aliento empujara mis palabras;
-¿Estaba muerta? Me negaba a creer que ella estuviera muerta, me puse a llorar como un adolescente, al final, no supe como fue que me repuse, simplemente tome mis maletas y subí a mi auto!! Aun mi cuerpo tenia impregnada la fragancia de su piel!! ¿Quizás era yo aquel ser, predestinado a amarle? O simplemente ¿era yo, aquel amante que espero durante años? Aun no lo se! Pero en mi mente y mi cuerpo, guardo el recuerdo de aquel bello amor, que fortuitamente encontré cuando decidí entrar a aquel hotel y al que nunca jamás volví a visitar después de ese día!!!
Todo es mas bello!
Las hojas de los arboles?
Pueden desnudarce con el otoño!
La flores en primavera?
Solo sueltan su aroma si pasas junto a ellas
El cielo azul?
Se ilumina con arcoiris multicolore!
Al verte asomar por la ventana!
No hay cantos de pajarillos mas bellos!!
Que aquellos que te despiertan por las mañanas!
Incitandote a despertar!!
Y con cada una de estas cosas que suceden en el mundo!
Una a una se van llenando de bellos sueños estas,
Las mas hermosas formas de amar!!
porque saben que existes en mi mundo!
Eres mi vida! y nada!
Nada lo podra cambiar!!